Nacido en Bilbao centro en Diciembre de 1972 desde su más tierna infancia se ve rodeado de música en su entorno familiar.
Cursa estudios de solfeo y piano hasta que la pubertad le obliga a romper con la tradición clásica y cambia el piano por una guitarra, con la cual sigue manteniendo un bonito romance hasta día de hoy.
A los 17 años adquiere su primera guitarra eléctrica en la tienda “Músicos”, regentada por el ilustre guitarrista Jacinto Oñate. Una Fénix (copia de Fender) que no estaba nada mal, junto con un amplificador Park (imitación de Marshall). Y con unos amigos con instrumentos varios, forma su primera banda: Betty Ford Clinic, una mezcla de punk y psicodelia, que se dejó ver en los escenarios de Uribe Kosta una temporada.
A mediados los años 90 se embarca en un proyecto muy ambicioso junto con Jorge Foraster (bajo) y su hermano Alberto (batería) formando La Banda que Nunca Ensaya. Con la se les pudo ver en directo en salas de concierto de Bizkaia, Barcelona, Madrid, Gerona, París y hasta llegaron a tocar como artistas invitados en un festival musical de Bamako (Mali).
Al mismo tiempo, siguiendo en la línea surrealista de estos años de trayectoria musical, y comenzando su idilio con el bajo eléctrico, forma, junto a Unai (guitarra) y Andrea (batería), el grupo Gnosis. También da varios conciertos de música improvisada, aparte de múltiples grabaciones, de un estilo musical que fusionaba el jazz, la bossa nova y la psicodelia underground.
Ha sido bajista de la banda de Pop Dry Flies, que llegó a ser número 1 de «Disco Grande» en Radio 3 allá por el año 1995.
Durante varios años se centra en su carrera profesional, la navegación, que le impide formar parte estable de otras bandas. En 2007, junto con Félix, Bitor y Unai se crea Vinagre, un grupo de hard rock / metal. Que dio a conocer el lado bondadoso del satanismo católico, enmarcado en un espacio metafísico-eucarístico vasco creado ad hoc. Este concepto, tan arriesgado, causó furor entre los privilegiados que fueron capaces de comprender tan abstrusa mezcla de conceptos. Tras numerosos conciertos, editar un LP, un DVD en directo en «BilboRock» y telonear a Mamá Ladilla en la sala «Gruta 77» de Madrid, la banda se disolvió, por haber cumplido con creces todos sus objetivos.
En la misma época, junto a Txemi (voz) y Ion (guitarra) se forja RocayRollo, la insigne banda de versiones de Rock que tantos buenos momentos ha entregado a lo largo de más de 10 años. Y en este contexto coincide con Txema (batería), y cuya colaboración continúa hasta hoy.
En 2013 reúne a varios de sus amigos músicos para dar forma a una idea musical que le ronda desde hace tiempo. Junto con Onintza (voz), Erika (saxo y flauta), Arkaitz (bajo), Joseba (batería) y Pako (guitarra) toman forma esas canciones, de Rock vintage surfero, que lleva escribiendo una temporada bajo el nombre de Busker Juice.
De las cenizas de Hilo Rojo, cual ave fénix borracha, Rubén y Alfredo crean Quarenteens, un espectáculo acústico que es el germen de Todos los Fuegos, donde Rubén por fin puede sacar a la diva que lleva dentro, a través de sus letras desgarradas acompañadas por bases musicales poderosas que rozan la épica neo-indie rocanrolera.
Pero como no sabe estarse quieto también forma parte de la Barrika Surf Band, The Rocking Gaylords y No lo Recuerdo. Este último un proyecto en ciernes en el que participan parte de la banda Todos los fuegos.